Tenemos esta fecha de 2012 en la que mucha gente está diciendo que es el momento del cambio global o Ascensión. ¿Qué crees que va a pasar?
La fecha de 2012 es interesante porque aparece en las tradiciones mayas y egipcias, en algunas tradiciones cristianas e, incluso, en el código bíblico (que es, en sí mismo, algo muy controvertido).
Tengo la sensación de que esa fecha podría ser cualquier fecha. Si nos concentramos en una fecha y vivimos nuestras vidas preparándonos para el cambio en esa fecha, nos perdemos la vida.
Desde mi punto de vista basta con que nos limitemos sencillamente a vivir al máximo cada día, con que conciliemos las experiencias que se nos cruzan cada día en nuestro camino, con que aprovechemos las oportunidades de honrar la vida, de honrar nuestras relaciones mutuas.
Siendo honestos, dignos de confianza, considerados, cariñosos y compasivos, viviendo esto cada día, ya estamos preparados para cualquier cosa que posiblemente pueda venir en 2012 o cualquier otro día de otro año o en cualquier momento de nuestro futuro.
Conozco gente que están viviendo sus vidas guardando contenedores llenos de comida y municiones, preparándose para el día en el que nuestro mundo cambie. Lo entiendo, y creo que está bien ser autosuficiente. Entiendo lo que están expresando.
Pero lo que veo también es que dedican una parte demasiado grande de sus vidas a prepararse para ese día y se pierden la belleza y el misterio de la vida que se despliega cada día. ¡Percibir esa belleza y ese misterio es lo que nos prepara para los mayores desafíos!
Entonces básicamente, si lo que queremos es aprovechar este cambio con el mejor resultado positivo posible para nosotros, ¿la clave está en que vivamos cada día dando de nosotros el máximo amor y la mayor compasión?
Sí y, para que así sea, tenemos que vivir cada día de manera consciente. Ser conscientes de las oportunidades. Reconocer las oportunidades que nos salen al paso. Cada día se nos ofrece la oportunidad de ser tolerantes con otros sistemas de creencias, de perdonar a alguien que nos haya herido o enojado, de enmendar nuestros juicios acerca de lo que debería o no debería pasar en nuestro mundo.
Si podemos conciliar todas esas cosas cuando se nos cruzan y manejarlas conscientemente en ese momento, sabiendo que al cambiar la manera en que nos sentimos cambiamos la química de nuestro cuerpo, estaremos preparados para cualquier transición que la tierra vaya a atravesar.
Gregg Braden
Marianela Garcet
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