Cuando hablo de amor no me refiero al amor de pareja, al amor físico, me refiero a un amor universal, al amor que va más allá de todo, al amor incondicional, y no son solo palabras, me refiero a dar amor en el mejor sentido de la palabra, en cada acto, internamente, aún cuando no estemos presentes, aún cuando no conozcamos el objeto de nuestro amor.
Sentir amor es la
fuerza más poderosa que puede haber, es una energía que nos impulsará y nos
llevará a avanzar en el camino de la vida, y llegar a todo. Por el contrario,
su fuerza opuesta, el odio, también es una fuerza poderosa, pero paraliza,
estanca, no permite fluir a quien se deja poseer por él.
El amor, no
significa solo decir cosas lindas, o pensar livianamente en que todos son
amorosos y tienen amor, no son solo palabras. Para poder llegar a sentir el
amor incondicional, hay que estar preparados, hay que nutrirse diariamente de
pensamientos positivos y de energía positiva.
La energía del
pensamiento y la palabra, generan a su vez una energía que no es visible pero
si perceptible, y es el motor al que llamo fuerza positiva del amor. Es aquí en
donde digo que, para poder sentir el verdadero amor incondicional, es necesario
que los sintamos primero como fuerza de impulso. Dejarnos guiar por la fuerza
del amor, sería el instinto básico que los humanos deberían sentir para vivir
en un mundo de paz y armonía. Si en cambio, la fuerza predominante es la del
odio, la energía que se creará es la contraria, la del caos y la violencia y la
confusión.
Como decía, el amor
no significa solo quedarnos en la frase “TE AMO” pues no serían nada más que
palabras, sin embargo, aquí quiero demostrar que esto es energía, y realmente
lo es.
Los grandes
santos y Seres de Luz, han logrado producir milagros expresando la fuerza del amor,
la energía del amor.
Todos podemos ser
canales del amor incondicional de Dios, del amor incondicional del Universo. En
el aire, en la naturaleza, en el oxígeno que respiramos, podemos elegir que
haya fuerza de amor y no de odio.
Si cada vez que
respiramos conscientemente intentamos pensar que eso que inhalamos es AMOR, y
al exhalar conscientemente lo hacemos pensando en dar AMOR, seremos más
cuidadosos de nuestros pensamientos y palabras, y se formará un círculo
benéfico para nosotros y para nuestro entorno.
Solo es cuestión
de probar, y comprobar que esto es real.
Pueden criticar y
decir que es muy fácil hablar decir un montón de cosas y dar mensajes, pero
solamente tiene sentido ese amor incondicional y solo lo puede sentir quien ha podido sentir ese amor, quien ha
tenido que sacrificar un amor personal, por un amor más fuerte, más universal.
El amor no son solo palabras bellas, el amor
consiste en hacer, en hacer por el otro, en hacer por una causa que trascienda
mis propios intereses, que me trascienda en obras de bien, que se plasme en
obras de bien. En obras que ayuden a otros
Mucha gente dice
amar a otros, pero no lo demuestra en nada,… solo habla, dice, expresa. Cuando
hablo de amar incondicionalmente, hablo de amar hasta que duela, como decía la
madre Teresa de Calcuta.
Solo cuando
amamos hasta que nos duela, nos damos cuenta la poderosa fuerza que este amor
tiene.
Este amor incluye
a los animales, incluye a todo ser vivo. Es necesario que para cambiar el mundo
podamos entender cabalmente la energía del amor. Debemos entender que el amor
no es simple sensiblería sino por el contrario se trata de cuidado, protección,
generosidad, con lo que tengamos, no significa solo dinero ni mucho menos
objetos materiales, pues estos de ninguna manera suplen el amor. Hablo de
compañía, escuchar, cuidar, proteger, sanar, de eso se trata el verdadero amor.
Cuando siento
amor por los animales, haré todo lo que esté a mi alcance, desde lo que haga
para ayudarlos, para protegerlos, me comprometeré en difundir este respeto y
cuidado a donde quiera que vaya y no permitiré que se los maltrate o dañe. De
nada sirve que diga de la boca para afuera: “Amo a los animales” si manifiesto
total indiferencia por lo que tengo cerca, por un animal de la calle, por un
animal maltratado, por un correo que me piden pasar para ayudar, por una firma
que podría dar inclusive anónimamente para sumarme a quienes protegen a los
animales o defienden una causa en su favor.
Si salgo a la
calle con una energía de amor, solo atraeré situaciones positivas, si hablo con
otros con energía de amor, solo encontraré respuestas positivas, si intento
relacionarme con otros con una energía de amor y no de crítica, envidia,
rencor, u otro tipo de energía negativa, si pongo solo amor en mis relaciones,
ese será mi aporte, mi contribución a que este mundo se transforme en un mundo
de Amor y no de odio.
Pero debo
comenzar ya, no hay tiempo para dilaciones, mi día a día debe estar embuido de
esta energía de Amor, en todos mis actos, hasta en el más pequeño, así sea en
lavar una taza, o un plato, debo hacerlo con amor, si limpio mi casa, eso debo
hacerlo con amor, si estudio, lo haré con amor, si trabajo, lo hago con todo el
amor que pueda, yendo a mi trabajo cada día con la mejor predisposición,
esparciendo el amor adonde vaya, pues sé que es la energía más poderosa y que
si la envío, me será devuelta.
Hagamos la
prueba. Probemos sólo por hoy, manejarnos con la energía del amor, amemos lo
que hagamos, por pequeño que eso parezca, y finalicemos nuestro día agradeciendo
por tanto amor que pudimos dar, reflexionando sobre la reacción de mi entorno
hacia ese amor. Veremos que encontraremos resultados sorprendentes.
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