1. Como resultado del reconocimiento de dichas experiencias, el hombre aísla esas tres experiencias que constituyeron los tres principales factores condicionantes en la reciente vida y que contienen la clave de la futura encarnación, que iniciará próximamente. Todo lo demás es olvidado y todas las experiencias menores desaparecen de su memoria, no quedando en su conciencia nada más que lo que esotéricamente se denomina "las tres simientes o gérmenes del futuro", relacionadas en forma peculiar a los átomos permanentes físico y astral, produciendo así la quíntuple fuerza creadora de las formas que aparecerán más tarde. Podría decirse que:
a. La primera simiente determinará más adelante la naturaleza del medio ambiente físico en el cual ocupará su lugar el hombre que retorna. Está relacionada con la cualidad de ese medio ambiente futuro, condicionando así el campo necesario o zona de contacto.
b. La segunda simiente determina la cualidad del cuerpo etérico como vehículo a través del cual las fuerzas de rayo pueden hacer contacto con el cuerpo físico denso. Delimita la estructura etérica o red vital, por la cual circularán las energías entrantes, y está particularmente relacionada con ese centro especial, entre los siete, que estará más activo y tendrá mayor vitalidad durante la próxima encarnación.
c. La tercera simiente da la clave del vehículo astral en el que estará polarizado el hombre en la siguiente encarnación. Recuerden que me refiero al hombre común, no al ser humano evolucionado, discípulo o iniciado. Es la simiente que -por medio de las fuerzas de atracción- pone al hombre otra vez en relación con quienes amó anteriormente o estuvieron en estrecho contacto con él. Debería aceptarse como un hecho que la idea grupal rige subjetivamente todas las encarnaciones y que el hombre encarnado renace no sólo por el propio deseo de obtener experiencias en el plano físico, sino también por el impulso grupal y de acuerdo al karma grupal, además del propio. Debería dársele a este punto mayor énfasis. Una vez que sea verdaderamente captado y entendido, desaparecerá en gran parte el temor que engendra la idea de la muerte. Lo familiar y amado seguirá siendo familiar y amado, porque la relación ha sido estrechamente establecida durante muchas encarnaciones, y según lo expresa El Antiguo Comentario:
Será evidente, por lo tanto, que es necesario entrenar a los niños a reconocer y beneficiarse de la experiencia, pues una vez aprendida, facilitará grandemente esta tercera actividad en el plano astral después de la muerte.
Djwhal Khul
Comentarios
Publicar un comentario
deja tu comentario