Vendo niña barata en buen estado Este artículo ha sido visto 2.729 veces, y le gusta a 32 personas . Me gusta Las vidas de los animales son baratas. A veces tan baratas como las de las personas en según qué países o qué situaciones. Tan baratas como más baratas que una cerveza, un café o una limosna. Compramos animales baratos y ello nos otorga superioridad. Cuando era pequeño, y hasta bien entrada la juventud, paseaba a menudo por las Ramblas de Barcelona. La parte que más me gustaba era aquella donde los puestos vendían animales más o menos exóticos y podía una detenerse a contemplar, a una distancia irregular, los hermosos animales que jamás compré y que, de otro modo, no hubiera podido observar. Yo estaba en aquella edad en la cual descubrir era lo más importante, a costa de quien fuera. Más tarde me gustó la parte de las flores, todo aquel colorido y variedad formal que ofrecía la diversidad botánica, me llamaba poderosamente la atención. A...