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Sobre Mí

- Marianela Garcet
- Desde el año 2002 me dedico a la temática espiritual y a escribir sobre estos temas y también de autoayuda y superación personal. He publicado hasta el momento 9 libros: Camino Hacia la Luz, I- Cuentos de Cristal Los Ángeles te hablan: Escúchalos I Los Ángeles te hablan: Escúchalos II Vidas Pasadas- Tiempo Presente Mauricio Macri, El Elegido Cristal-Índigos, la Esencia del Cambio Reiki, Amor y Luz Ángeles en tu vida Mi vida está dedicada desde el año 2002 a temas como la Numerología, la Reencarnación el contacto con los Ángeles, habiendo plasmado mucho de estas prácticas y conocimientos en los libros publicados. Paralelamente y durante todos estos años he estado también escribiendo, corrigiendo libros y traduciendo, (actualmente estoy abocada a la traducción de uno de mis libros al francés) Tengo mi página totalmente traducida al francés, la cual pueden ver en: marianel.unblog.fr Soy Investigadora y estudiosa de la Reencarnación y a raíz de ello he creado el estudio de Vidas Pasadas sin regresión®. También la numerología ha marcado los inicios de mi carrera profesional y he creado el Estudio Numerológico que realizo desde el año 1995
Vida antes de la Vida
Nos conocemos de otras vidas?
Nos conocemos de otras vidas?
Se establecieron una serie de preguntas para ver como respondían los sujetos a la posibilidad de que las personas que aparecían en su vida de ahora les resultaran conocidas de vidas pasadas.
Nada menos que el 87 % dijeron haber conocido a padres, amantes, parientes y amigos de vidas anteriores. Del 13 % que no dio respuesta, la gran mayoría eran sujetos que se resistieron a todo el proceso de la experiencia del nacimiento.
Entre el 87 % que contestó que 'Sí' a la pregunta, hubo una sorprendente variedad en las relaciones aludidas. Padres y madres de esta vida habían sido amantes en el pasado, madres, padres, hermanos, hermanas, amigos e hijos. No hubo en absoluto consistencia en la forma en que la gente de esta vida vida se había relacionado en otras.
La hipótesis freudiana de las hijas que desearían que sus padres fueran sus amantes no resultó evidente en los datos recogidos, ni tampoco los hijos veían a sus madres como amantes en otras vidas con mayor frecuencia que como cualquier otra clase de pariente.
Curiosamente, fue menos del 3 % el que habló de las mismas relaciones con sus esposos o amantes en vidas anteriores.
Resulta interesante destacar que las relaciones no se limitan a vidas anteriores, sino que pueden ser del estado entrevidas. Aquello le sorprendió a los sujetos al igual que a Wambach. La conclusión que ella sacó es la siguiente: 'Todos contaron la misma historia. Volvemos con las mismas almas, pero en distintas circunstancias. Vivimos nuevamente no sólo con aquellos a los que amamos, sino también con aquellos a los que odiamos o tememos. Sólo cuando únicamente sentimos compasión y afecto nos libramos de vivir una y otra vez con los mismos espíritus, que también se ven obligados a vivir con nosotros…'
Publicado en Portal de la Nueva Era
consulta sobre el estudio
Se establecieron una serie de preguntas para ver como respondían los sujetos a la posibilidad de que las personas que aparecían en su vida de ahora les resultaran conocidas de vidas pasadas.
Nada menos que el 87 % dijeron haber conocido a padres, amantes, parientes y amigos de vidas anteriores. Del 13 % que no dio respuesta, la gran mayoría eran sujetos que se resistieron a todo el proceso de la experiencia del nacimiento.
Entre el 87 % que contestó que 'Sí' a la pregunta, hubo una sorprendente variedad en las relaciones aludidas. Padres y madres de esta vida habían sido amantes en el pasado, madres, padres, hermanos, hermanas, amigos e hijos. No hubo en absoluto consistencia en la forma en que la gente de esta vida vida se había relacionado en otras.
La hipótesis freudiana de las hijas que desearían que sus padres fueran sus amantes no resultó evidente en los datos recogidos, ni tampoco los hijos veían a sus madres como amantes en otras vidas con mayor frecuencia que como cualquier otra clase de pariente.
Curiosamente, fue menos del 3 % el que habló de las mismas relaciones con sus esposos o amantes en vidas anteriores.
Resulta interesante destacar que las relaciones no se limitan a vidas anteriores, sino que pueden ser del estado entrevidas. Aquello le sorprendió a los sujetos al igual que a Wambach. La conclusión que ella sacó es la siguiente: 'Todos contaron la misma historia. Volvemos con las mismas almas, pero en distintas circunstancias. Vivimos nuevamente no sólo con aquellos a los que amamos, sino también con aquellos a los que odiamos o tememos. Sólo cuando únicamente sentimos compasión y afecto nos libramos de vivir una y otra vez con los mismos espíritus, que también se ven obligados a vivir con nosotros…'
Publicado en Portal de la Nueva Era
consulta sobre el estudio
__________ Informaci�n de ESET NOD32 Antivirus, versi�n de la base de firmas de virus 5172 (20100604) __________
ESET NOD32 Antivirus ha comprobado este mensaje.
http://www.eset.com
Carreras de Galgos-lo que hay detrás-
Qué hay detrás de las Carreras de Galgos
Las carreras de galgos (así como todo tipo de entretenimiento que involucre animales) son un ejemplo de la falta de respeto que el hombre tiene hacia los animales, abusando de ellos para su propia diversión y placer...
AnimaNaturalis
AnimaNaturalis
Qué hay detrás de las Carreras de Galgos
Las carreras de galgos son una competencia entre varios ejemplares de esta raza de perros. Los partipantes corren detrás de una liebre artificial, a la cual nunca pueden dar alcance, en un circuito ovalado, denominado “canódromo”, hasta llegar a la meta. El primero en llegar, es el ganador. Mientras corren llevan puesto un bozal.
Por lo tanto, el galgo más valorado en este ambiente es el más veloz, con un mejor rendimiento en las carreras. Su velocidad es su condena. Este “entretenimiento” tiene, lamentablemente, muchos seguidores.
Las carreras de galgos (así como todo tipo de entretenimiento que involucre animales) son un ejemplo de la falta de respeto que el hombre tiene hacia los animales, abusando de ellos para su propia diversión y placer, sin tener en cuenta sus verdaderas necesidades. La mayoría del publico que asiste a las carreras, lo hace atraído por las apuestas y sus resultados, y presta poca atención al animal que compite, sin pensar siquiera en ellos.
La realidad que hay detrás de esta actividad es cruel. En algunas oportunidades, aquellos animales más veloces y rendidores son los que, durante el tiempo que “sirven” para correr, reciben ciertos cuidados por parte de sus criadores. En otros casos no es asi: muchos de los perros de carreras, por considerarse estos una inversión, un negocio, son sometidos a varias técnicas ilegales para mejorar su “performance”: son drogados, reciben estimulación eléctrica, castigos con látigos, etc. Pasan la mayor parte del tiempo en jaulas y se les permite salir solo para entrenar, competir o hacer sus necesidades.
Después de un tiempo de competir, todos estos animales quedan con temblores motores, estresados…muchos completamente destrozados. En este estado, son abandonados, o en el peor de los casos sacrificados, por generar un gasto innecesario y molesto para quién se dedica a la cría y utilización de esta raza. Santa Fe, una de las provincias de Argentina que más canódromos (ilegales) posee, tiene las calles de sus ciudades atestadas de galgos abandonados, con un estado de salud deplorable y con claras muestras de haber sufrido maltrato. Si un perro no gana más de dos carreras seguidas, se lo descarta.
Es peor aún en los países donde las carreras de galgos son legales: el negocio es aún mayor, el dinero que está en juego es mucho, y por lo tanto, tambien hay más intereses comprometidos. La cría de galgos para competición se intensifica, así como el maltrato. En EEUU, aquellos galgos no aptos para competir son vendidos a laboratorios para que se experimente con ellos. En España, aquellos perros que ya no rinden en las carreras, se los abandona atados para que mueran de hambre y sed, o se los ahorca con un método especialmente cruel para el animal..pero que para el humano demanda menos tiempo perdido. Conclusión: cuanto mayor es el negocio, mayor también la crueldad, y menor el respeto hacia la vida animal.
Por eso, no permitamos que se legalicen los canódromos. Y exijamos que esta actividad también desaparezca a nivel clandestino.
No nos dejemos engañar cuando nos quieren hacer creer que se legalizan los canódromos para utilizar ese dinero para beneficiencia: bien sabemos que los únicos que se verán recompensados son los criadores y organizadores de las carreras, y los animales, como siempre, los más perjudicados.
- Los galgos son drogados para lograr excitarlos.
- En EEUU, aquellos galgos no aptos para competir son vendidos a laboratorios para que se experimente con ellos.
- En España, aquellos perros que ya no rinden en las carreras, se los abandona o se los ahorca.
- Pasan parte de su tiempo enjaulados.
- Se los somete a ayunos prolongados para convertir su carácter dócil en agresivo.
- Varios son sometidos a técnicas como estimulación eléctrica y castigos con látigos.
- Cuando pierden velocidad y su organismo comienza a ser presa de temblores y su cerebro deja funcionar a causa de las drogas, se los abandona o se los mata.
- Visita a las sociedades protectoras de tu ciudad y mira esta realidad, pregunta por los galgos y verás en qué estado se encuentran.
- El galgo es una de las razas más nobles y compañeras, su carácter es amigable, por esto es fácil convertirlo en víctima de este comercio.
Carreras de Galgos-lo que hay detrás-
Qué hay detrás de las Carreras de Galgos
Las carreras de galgos (así como todo tipo de entretenimiento que involucre animales) son un ejemplo de la falta de respeto que el hombre tiene hacia los animales, abusando de ellos para su propia diversión y placer...
AnimaNaturalis
AnimaNaturalis
Qué hay detrás de las Carreras de Galgos
Las carreras de galgos son una competencia entre varios ejemplares de esta raza de perros. Los partipantes corren detrás de una liebre artificial, a la cual nunca pueden dar alcance, en un circuito ovalado, denominado “canódromo”, hasta llegar a la meta. El primero en llegar, es el ganador. Mientras corren llevan puesto un bozal.
Por lo tanto, el galgo más valorado en este ambiente es el más veloz, con un mejor rendimiento en las carreras. Su velocidad es su condena. Este “entretenimiento” tiene, lamentablemente, muchos seguidores.
Las carreras de galgos (así como todo tipo de entretenimiento que involucre animales) son un ejemplo de la falta de respeto que el hombre tiene hacia los animales, abusando de ellos para su propia diversión y placer, sin tener en cuenta sus verdaderas necesidades. La mayoría del publico que asiste a las carreras, lo hace atraído por las apuestas y sus resultados, y presta poca atención al animal que compite, sin pensar siquiera en ellos.
La realidad que hay detrás de esta actividad es cruel. En algunas oportunidades, aquellos animales más veloces y rendidores son los que, durante el tiempo que “sirven” para correr, reciben ciertos cuidados por parte de sus criadores. En otros casos no es asi: muchos de los perros de carreras, por considerarse estos una inversión, un negocio, son sometidos a varias técnicas ilegales para mejorar su “performance”: son drogados, reciben estimulación eléctrica, castigos con látigos, etc. Pasan la mayor parte del tiempo en jaulas y se les permite salir solo para entrenar, competir o hacer sus necesidades.
Después de un tiempo de competir, todos estos animales quedan con temblores motores, estresados…muchos completamente destrozados. En este estado, son abandonados, o en el peor de los casos sacrificados, por generar un gasto innecesario y molesto para quién se dedica a la cría y utilización de esta raza. Santa Fe, una de las provincias de Argentina que más canódromos (ilegales) posee, tiene las calles de sus ciudades atestadas de galgos abandonados, con un estado de salud deplorable y con claras muestras de haber sufrido maltrato. Si un perro no gana más de dos carreras seguidas, se lo descarta.
Es peor aún en los países donde las carreras de galgos son legales: el negocio es aún mayor, el dinero que está en juego es mucho, y por lo tanto, tambien hay más intereses comprometidos. La cría de galgos para competición se intensifica, así como el maltrato. En EEUU, aquellos galgos no aptos para competir son vendidos a laboratorios para que se experimente con ellos. En España, aquellos perros que ya no rinden en las carreras, se los abandona atados para que mueran de hambre y sed, o se los ahorca con un método especialmente cruel para el animal..pero que para el humano demanda menos tiempo perdido. Conclusión: cuanto mayor es el negocio, mayor también la crueldad, y menor el respeto hacia la vida animal.
Por eso, no permitamos que se legalicen los canódromos. Y exijamos que esta actividad también desaparezca a nivel clandestino.
No nos dejemos engañar cuando nos quieren hacer creer que se legalizan los canódromos para utilizar ese dinero para beneficiencia: bien sabemos que los únicos que se verán recompensados son los criadores y organizadores de las carreras, y los animales, como siempre, los más perjudicados.
- Los galgos son drogados para lograr excitarlos.
- En EEUU, aquellos galgos no aptos para competir son vendidos a laboratorios para que se experimente con ellos.
- En España, aquellos perros que ya no rinden en las carreras, se los abandona o se los ahorca.
- Pasan parte de su tiempo enjaulados.
- Se los somete a ayunos prolongados para convertir su carácter dócil en agresivo.
- Varios son sometidos a técnicas como estimulación eléctrica y castigos con látigos.
- Cuando pierden velocidad y su organismo comienza a ser presa de temblores y su cerebro deja funcionar a causa de las drogas, se los abandona o se los mata.
- Visita a las sociedades protectoras de tu ciudad y mira esta realidad, pregunta por los galgos y verás en qué estado se encuentran.
- El galgo es una de las razas más nobles y compañeras, su carácter es amigable, por esto es fácil convertirlo en víctima de este comercio.
Sobre la venta de animales
Vendo niña barata en buen estado
Las vidas de los animales son baratas. A veces tan baratas como las de las personas en según qué países o qué situaciones. Tan baratas como más baratas que una cerveza, un café o una limosna. Compramos animales baratos y ello nos otorga superioridad.
Cuando era pequeño, y hasta bien entrada la juventud, paseaba a menudo por las Ramblas de Barcelona. La parte que más me gustaba era aquella donde los puestos vendían animales más o menos exóticos y podía una detenerse a contemplar, a una distancia irregular, los hermosos animales que jamás compré y que, de otro modo, no hubiera podido observar. Yo estaba en aquella edad en la cual descubrir era lo más importante, a costa de quien fuera.
Más tarde me gustó la parte de las flores, todo aquel colorido y variedad formal que ofrecía la diversidad botánica, me llamaba poderosamente la atención. Aunque después también razonara que matar para embellecer no podía tolerarlo bajo ningún concepto.
Pasaron los años, crecí en todos los aspectos y, de un modo natural, comencé a deleznar que ello pudiera estar en venta. Ya no veía aquellos puestos como pequeños almacenes de joyas, sino como reales penitenciarías abarrotadas de reos, cuyo único delito era ser inocentes (se conoce que la inocencia es punible y, si además eres débil, razonable). Con los años la sensatez -si la hubiera-, me fue dando a entender que vivíamos en una sociedad perversa y corrupta respecto a los animales no humanos -y, por supuesto, a los humanos-, si utilizábamos a nuestras hermanitas pequeñas para entretenernos. Ya no era cuestión de la supervivencia de un individuo que devora a otro, no, era la pura tortura, el entretenimiento de seres solitarios, o un abusivo concepto erróneo de piedad, la cual tendía a dilucidar que, al comprar un animal de esos que exhibían las comerciantes de tal avenida, lo liberábamos de su cárcel. Si, eso era cierto, pero también condenábamos a otro animalito a reemplazarle, porque lo único importante en aquel juego era la salud económica de las vendedoras, sin importar demasiado qué tipo de objeto vendieran. Pudiera ser jarrones, plantas, tortugas, tenedores, zapatos o, si su osadía y lectura de la ley se lo permitían, droga, niñas, o conciencias. El negocio es el negocio.
Seguramente se me llamará radical por estos desproporcionados comentarios -la televisión impone su lenguaje de modo muy eficaz-, pero es que una no puede menos que lamentar el encierro asqueroso y apelmazado que hacen estos comercios, y otros distribuidos por la ciudad, el país, y el planeta, con los animales. La tristeza de una existencia entre rejas desde el primer contacto con la luz hasta el último. También, claro, como ser económico que soy, adquiero conciencia de que sus vidas, además, son baratas. A veces tan baratas como las de las personas en según qué países o qué situaciones. Tan baratas como más baratas que una cerveza, un café o una limosna. Compramos animales baratos y ello nos otorga superioridad.
Lo barato nos emociona porque lo económico es el único camino para disfrutar de todo en la vida. Amén. Es por ello que proliferan las tiendas con objetos a precios ridículos, cuya calidad es baja y para cuya fabricación las esclavas se esmeran, amenazadas por el hambre.
Nuestra digestión bien merece el hambre ajena. Nuestra sonrisa y beneplácito bien merece el sufrimiento animal.
Nuestra digestión bien merece el hambre ajena. Nuestra sonrisa y beneplácito bien merece el sufrimiento animal.
Ignoro a qué precio está la niña tailandesa, seguro que hay padres y madres en muchos países del mundo que venden a sus hijas baratas ( la niña china creo que tiene buena salida en el mercado ), no ya por el dinero a ganar sino por la satisfacción de no tener que mantenerlas, pero ese es otro tema dentro de la inmunda letrina humana. La maldad adquiere visos de costumbre; la brutalidad, repetida hasta el exceso, deviene tradición y ya sabemos que las costumbres y las tradiciones son lo más bonito de nuestra raza. Amén.
Hoy día, la sola visión de un manojo de peces en una pecera del tamaño de un tiesto me causa honda tristeza. Pienso que el ser humano cambiará, por las buenas o por las legales, pero lo hará. Entretanto, como tierrorista que creo ser, apruebo incondicionalmente las acciones del FLA, y que salga el sol por Antequera.
Llevamos miles de años repitiendo lo mismo, palabras y promesas, acciones electorales, falsas democracias -si verdaderas existieran-, para alcanzar el ínclito estadio civilizador que permite que mueran dos millones de hutus y tutsis mediante pistolas fabricadas en España, que se "ajusticie" a irakíes por un apestoso barril de petróleo, o que se desforeste la Amazonía para publicar -también-, con esa celulosa extraída, folletos turísticos convidando a las habitantes del primer mundo a visitar Brasil... y su Amazonía.
Somos imbéciles hasta el fondo de la imbecilidad -si la hubiera-.
Amo la vida, y tal es el único axioma que se me aparenta válido. Amo la vida que no necesita matar y torturar para manifestarse, la que cumple con la potencia de nuestra capacidad intelectual, la que se esfuerza y construye sin mártires, la vida que vive consciente de las vidas que le entornan. El dolor es un camino, qué duda cabe, pero es el dolor propio el que más nos enseña, no el de los demás.
Del mismo modo que las corridas de toros se acabarán, creo que se acabará la venta legal de animales, pero sucede que, mientras escribo estas letras, millones de animales aguardan su turno en peceras, jaulitas, barracones, cárceles y demás atolladeros del mundo, esperando el dedo de la gourmet que señala a la langosta sacrificada en el restaurante ante la vista de su indirecta ejecutora; el dedo infantil que señala al hamster o al periquito y decreta "éste, mamá", ante la mirada tierna de la progénite, el dedo sabio del ganadero que selecciona el segundo toro de la corrida de la semana siguiente, el famoso dedo que escoge a la niña más tierna para extraerle su saludable hígado y salvar así la vida a una empresaria rota por la cirrosis. El dedo... el dedo... el dedo que aprieta el gatillo una vez más contra la naturaleza, contra la lógica del equilibrio y contra la raza humana.
Autor: Xavier Bayle
Sobre la venta de animales
Vendo niña barata en buen estado
Las vidas de los animales son baratas. A veces tan baratas como las de las personas en según qué países o qué situaciones. Tan baratas como más baratas que una cerveza, un café o una limosna. Compramos animales baratos y ello nos otorga superioridad.
Cuando era pequeño, y hasta bien entrada la juventud, paseaba a menudo por las Ramblas de Barcelona. La parte que más me gustaba era aquella donde los puestos vendían animales más o menos exóticos y podía una detenerse a contemplar, a una distancia irregular, los hermosos animales que jamás compré y que, de otro modo, no hubiera podido observar. Yo estaba en aquella edad en la cual descubrir era lo más importante, a costa de quien fuera.
Más tarde me gustó la parte de las flores, todo aquel colorido y variedad formal que ofrecía la diversidad botánica, me llamaba poderosamente la atención. Aunque después también razonara que matar para embellecer no podía tolerarlo bajo ningún concepto.
Pasaron los años, crecí en todos los aspectos y, de un modo natural, comencé a deleznar que ello pudiera estar en venta. Ya no veía aquellos puestos como pequeños almacenes de joyas, sino como reales penitenciarías abarrotadas de reos, cuyo único delito era ser inocentes (se conoce que la inocencia es punible y, si además eres débil, razonable). Con los años la sensatez -si la hubiera-, me fue dando a entender que vivíamos en una sociedad perversa y corrupta respecto a los animales no humanos -y, por supuesto, a los humanos-, si utilizábamos a nuestras hermanitas pequeñas para entretenernos. Ya no era cuestión de la supervivencia de un individuo que devora a otro, no, era la pura tortura, el entretenimiento de seres solitarios, o un abusivo concepto erróneo de piedad, la cual tendía a dilucidar que, al comprar un animal de esos que exhibían las comerciantes de tal avenida, lo liberábamos de su cárcel. Si, eso era cierto, pero también condenábamos a otro animalito a reemplazarle, porque lo único importante en aquel juego era la salud económica de las vendedoras, sin importar demasiado qué tipo de objeto vendieran. Pudiera ser jarrones, plantas, tortugas, tenedores, zapatos o, si su osadía y lectura de la ley se lo permitían, droga, niñas, o conciencias. El negocio es el negocio.
Seguramente se me llamará radical por estos desproporcionados comentarios -la televisión impone su lenguaje de modo muy eficaz-, pero es que una no puede menos que lamentar el encierro asqueroso y apelmazado que hacen estos comercios, y otros distribuidos por la ciudad, el país, y el planeta, con los animales. La tristeza de una existencia entre rejas desde el primer contacto con la luz hasta el último. También, claro, como ser económico que soy, adquiero conciencia de que sus vidas, además, son baratas. A veces tan baratas como las de las personas en según qué países o qué situaciones. Tan baratas como más baratas que una cerveza, un café o una limosna. Compramos animales baratos y ello nos otorga superioridad.
Lo barato nos emociona porque lo económico es el único camino para disfrutar de todo en la vida. Amén. Es por ello que proliferan las tiendas con objetos a precios ridículos, cuya calidad es baja y para cuya fabricación las esclavas se esmeran, amenazadas por el hambre.
Nuestra digestión bien merece el hambre ajena. Nuestra sonrisa y beneplácito bien merece el sufrimiento animal.
Nuestra digestión bien merece el hambre ajena. Nuestra sonrisa y beneplácito bien merece el sufrimiento animal.
Ignoro a qué precio está la niña tailandesa, seguro que hay padres y madres en muchos países del mundo que venden a sus hijas baratas ( la niña china creo que tiene buena salida en el mercado ), no ya por el dinero a ganar sino por la satisfacción de no tener que mantenerlas, pero ese es otro tema dentro de la inmunda letrina humana. La maldad adquiere visos de costumbre; la brutalidad, repetida hasta el exceso, deviene tradición y ya sabemos que las costumbres y las tradiciones son lo más bonito de nuestra raza. Amén.
Hoy día, la sola visión de un manojo de peces en una pecera del tamaño de un tiesto me causa honda tristeza. Pienso que el ser humano cambiará, por las buenas o por las legales, pero lo hará. Entretanto, como tierrorista que creo ser, apruebo incondicionalmente las acciones del FLA, y que salga el sol por Antequera.
Llevamos miles de años repitiendo lo mismo, palabras y promesas, acciones electorales, falsas democracias -si verdaderas existieran-, para alcanzar el ínclito estadio civilizador que permite que mueran dos millones de hutus y tutsis mediante pistolas fabricadas en España, que se "ajusticie" a irakíes por un apestoso barril de petróleo, o que se desforeste la Amazonía para publicar -también-, con esa celulosa extraída, folletos turísticos convidando a las habitantes del primer mundo a visitar Brasil... y su Amazonía.
Somos imbéciles hasta el fondo de la imbecilidad -si la hubiera-.
Amo la vida, y tal es el único axioma que se me aparenta válido. Amo la vida que no necesita matar y torturar para manifestarse, la que cumple con la potencia de nuestra capacidad intelectual, la que se esfuerza y construye sin mártires, la vida que vive consciente de las vidas que le entornan. El dolor es un camino, qué duda cabe, pero es el dolor propio el que más nos enseña, no el de los demás.
Del mismo modo que las corridas de toros se acabarán, creo que se acabará la venta legal de animales, pero sucede que, mientras escribo estas letras, millones de animales aguardan su turno en peceras, jaulitas, barracones, cárceles y demás atolladeros del mundo, esperando el dedo de la gourmet que señala a la langosta sacrificada en el restaurante ante la vista de su indirecta ejecutora; el dedo infantil que señala al hamster o al periquito y decreta "éste, mamá", ante la mirada tierna de la progénite, el dedo sabio del ganadero que selecciona el segundo toro de la corrida de la semana siguiente, el famoso dedo que escoge a la niña más tierna para extraerle su saludable hígado y salvar así la vida a una empresaria rota por la cirrosis. El dedo... el dedo... el dedo que aprieta el gatillo una vez más contra la naturaleza, contra la lógica del equilibrio y contra la raza humana.
Autor: Xavier Bayle
Las carreras de galgos
Las carreras de galgos
En Estados Unidos, las carreras de galgos mueven millones de dólares al año.
In Defense of Animals
In Defense of Animals
Las carreras de galgos
El negocio de las carreras de galgos cría alrededor de 50.000 cachorros cada año. De estos animales, 15.000 se convertirán en corredores, el resto se utilizará como "stock" reproductivo, o simplemente se eliminará. Esta industria suele además, vender animales "no aptos para competir" a laboratorios, por lo que la cría de perros de carrera no sólo se convierte en una pieza fundamental del negocio de las apuestas, sino también en una fuente de animales para las crueles prácticas de vivisección.Los perros que no son propensos a matar las carnadas, son encerrados en pequeñas jaulas en compañía de conejos. Los entrenadores entonces, privan a los animales de comida, haciéndolos que el hambre los lleve a comer a los conejos. De esta forma, los entrenadores van modificando el carácter no agresivo de muchos animales.
Algunos estados han establecido controles en el uso de animales vivos para el entrenamiento de perros de carrera. Los entrenadores de estos estados, utilizan entonces, métodos más "humanos" como dispositivos electrónicos que llaman la atención de los animales, y disparan la persecución. Sin embargo, muchos entrenadores se las ingenian para evitar estas leyes anti-crueldad. Transportan los perros fuera de estos estados, para entrenarlos con carnada viva, y luego regresan a competir o seguir con el tipo de entrenamiento permitido.
En muchos casos, los perros de carrera viven en pequeñas jaulas la mayor parte del tiempo. Sólo se les permite salir para hacer sus necesidades, entrenar o competir en carreras.
¿Qué se puede hacer?
- No concurra a este tipo de carreras.
- Escriba cartas a los representantes de los estados donde existe este deporte.
- Ayude a difundir la información acerca de la crueldad detrás de las carreras de galgos.
Traducido por Facundo Moyano - http://www.uva.org.ar/carre.htm
Las carreras de galgos
Las carreras de galgos
En Estados Unidos, las carreras de galgos mueven millones de dólares al año.
In Defense of Animals
In Defense of Animals
Las carreras de galgos
El negocio de las carreras de galgos cría alrededor de 50.000 cachorros cada año. De estos animales, 15.000 se convertirán en corredores, el resto se utilizará como "stock" reproductivo, o simplemente se eliminará. Esta industria suele además, vender animales "no aptos para competir" a laboratorios, por lo que la cría de perros de carrera no sólo se convierte en una pieza fundamental del negocio de las apuestas, sino también en una fuente de animales para las crueles prácticas de vivisección.Los perros que no son propensos a matar las carnadas, son encerrados en pequeñas jaulas en compañía de conejos. Los entrenadores entonces, privan a los animales de comida, haciéndolos que el hambre los lleve a comer a los conejos. De esta forma, los entrenadores van modificando el carácter no agresivo de muchos animales.
Algunos estados han establecido controles en el uso de animales vivos para el entrenamiento de perros de carrera. Los entrenadores de estos estados, utilizan entonces, métodos más "humanos" como dispositivos electrónicos que llaman la atención de los animales, y disparan la persecución. Sin embargo, muchos entrenadores se las ingenian para evitar estas leyes anti-crueldad. Transportan los perros fuera de estos estados, para entrenarlos con carnada viva, y luego regresan a competir o seguir con el tipo de entrenamiento permitido.
En muchos casos, los perros de carrera viven en pequeñas jaulas la mayor parte del tiempo. Sólo se les permite salir para hacer sus necesidades, entrenar o competir en carreras.
¿Qué se puede hacer?
- No concurra a este tipo de carreras.
- Escriba cartas a los representantes de los estados donde existe este deporte.
- Ayude a difundir la información acerca de la crueldad detrás de las carreras de galgos.
Traducido por Facundo Moyano - http://www.uva.org.ar/carre.htm
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