DOMINGO 2 DE 12 A 13 HS.(hora Argentina)

Bendiciones!

El Papa Francisco, en el centro de una red mundial invisible Será este domingo, cuando, a la misma hora, los católicos de todas las latitudes se unan en un rezo silencioso y simultáneo. "No se puede anunciar a Jesús con cara de funeral", advirtió además el Obispo de Roma   Crédito foto: AFP Una iniciativa inédita, para celebrar el "Año de la Fe": el próximo 2 de junio, a las 17 de Roma, el Papa estará en la Basílica San Pedro, pero no hablará; rezará en silencio durante una hora frente al Santísimo Sacramento por dos intenciones que él mismo eligió, sobre el lema "un solo Señor, una sola fe". Siguiendo entonces la invitación del Papa, los fieles orarán por la Iglesia en todo el mundo, por que el Señor la haga cada vez más obediente a su Palabra, y por todos aquellos que sufren las nuevas esclavitudes y son víctimas de la guerra, la trata de personas, el narcotráfico y el trabajo esclavo, por los niños y mujeres que padecen violencia, así como por los que viven en la precariedad económica, por los ancianos, los inmigrantes, los sin techo, los encarcelados y los marginados. Satélite e internet mediante, Francisco no estará solo en su oración: será el núcleo de una red de plegarias sincronizadas de fieles de todo el mundo. El diario religioso francés La Croix lo anuncia así: "Por todas partes, en el corazón de la selva amazónica, de las megapolis africanas, de las catedrales europeas, fieles, religiosos, sacerdotes y obispos se unirán en la oración y en el silencio compartidos gracias a las nuevas tecnologías. Una misma Iglesia rezará simultáneamente, frente al Santo Sacramento, por los olvidados, por los más débiles, y para mantenerse fieles a la palabra recibida". A la hora señalada, 5 de la tarde en Roma, serán las 12 del mediodía en Buenos Aires, las 10 de la mañana en El Salvador, y ya habrá caído la noche en Tokio -22 hs-; en Nueva York serán las 11 AM y en Vancouver las 8; Ciudad del Cabo tendrá la hora vaticana y en Moscú serán las 19 horas. En ese momento, de Australia a África, de Filipinas a Norteamérica, sea cual sea el meridiano, millones de católicos estarán en oración. Será una hora de recogimiento simultáneo mundial para subrayar el carácter global de la Iglesia. Monseñor Rino Risichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, y organizador de esta iniciativa, ha contactado una por una las casi 4 mildiócesis del mundo, y la invitación ha descendido hasta el último sacerdote. De este modo, cuando el próximo domingo el Papa inicie la oración desde la Basílica de San Pedro, la Iglesia, que él ha definido como "familia de Dios", estará en sintonía mundial. Desde la diócesis de Seúl, por ejemplo, avisan que su oración será por la reconciliación de las dos Coreas, mientras que la Iglesia de Papúa comunicó su dura situación al Vaticano: "Nuestros feligreses no tienen electricidad y es peligroso caminar en la oscuridad. Es además la estación de lluvias y, como si eso no bastara, muchas parroquias y pueblos se inundaron, en los últimos meses, por el desborde del río". "Sin embargo, dice feliz Monseñor Fisichella, se unirán a la misma hora en adoración". Irak participará, pero Siria estará ausente. También China, al menos oficialmente. "Cristianos con cara de funeral" Esta mañana, en Santa Marta, el Papa dijo en su homilía: "Nosotros, los cristianos, no estamos tan acostumbrados a hablar de gozo, de alegría" y "creo que muchas veces nos gustan más los lamentos". Sin embargo, agregó, "quien nos da la alegría es el Espíritu Santo, es quien nos guía, es el autor de la alegría, el creador de la alegría, y esta alegría en el Espíritu, nos da la verdadera libertad cristiana". "El gran Paulo VI decía que no se puede llevar adelante el Evangelio con cristianos tristes, desalentados, desanimados. No se puede. Esa actitud un poco fúnebre, ¿eh? Tantas veces los cristianos tienen cara de ir más a un cortejo fúnebre que a alabar a Dios, ¿no?", dijo Francisco, con el tono coloquial que caracteriza sus mensajes en el oficio matinal diario desde la capilla de su residencia.